Casi siempre nos encontramos con personas que tienen una gran confusión a la hora de buscar un empleo. El postulante no sabe lo que quiere y por lo tanto se encuentra a la deriva esperando que el trabajo “ideal” lo encuentre a él, en lugar de plantearse un objetivo e ir en pos de él. Es como si yo preguntara a mis amigos que hacemos hoy y esperara que alguien decida por mí. La respuesta -y en el caso de buscar un trabajo-, que dan la mayoría de los jóvenes hoy es “Lo que sea”.
Razonar sobre lo que uno quiere, ahorra tiempo, energía y frustración. Si querés encontrar un buen empleo, tenés que esforzarte y tomar distancia. Es aconsejable antes de iniciar la búsqueda, tomarse un tiempo para meditar y establecer metas. Debes tener en cuenta que tipo de trabajo buscás, ya que tiene que corresponder con tus necesidades, intereses y capacidades. Una pregunta que puede ayudar a definir el trabajo que se busca es: ¿Qué espero de un trabajo? Tener un buen ingreso, aspirar a un buen clima laboral, posibilidad de aprender cosas nuevas, estabilidad económica, posibilidad de viajar, oportunidad de crecimiento y desarrollo, etc. También debe tener en cuenta la realidad laboral actual y local porque debe existir cierto equilibrio entre el trabajo ideal y las ofertas del mercado. Proba hacer tu propia lista.
Otro paso muy importante es definir su perfil laboral. Identificar y evaluar cuales son nuestras principales fortalezas y debilidades, virtudes y defectos. Las fortalezas son las características y aspectos de la personalidad que se destacan por sobre la media de las otras personas. Las debilidades son aquellas características de nuestra personalidad, conocimientos, sentimientos y actitudes que funcionan como un obstáculo cuando queremos desarrollar alguna actividad. Hoy en día, las empresas buscan cada vez más perfiles mixtos. Por ejemplo, para ser un buen vendedor es necesaria una actitud proactiva y habilidad para las relaciones humanas. Sin embargo, si a estas competencias primordiales les sumamos una buena capacidad para organizar y planificar, orientación al detalle, perseverancia y metodología de trabajo, estamos agregando valor al puesto, lo cual se reflejará en los resultados obtenidos. Realizando una lista de sus fortalezas y debilidades, podrás definir cuáles son las tareas más adecuadas a las características de nuestra personalidad, y a su vez identificar mejor a qué tipo de organizaciones y rubros de empresas podés dirigirte. Una vez que definas lo que buscas, te sentirás mejor orientado. Tener un “norte” facilitará la búsqueda y la toma de decisiones, podrás seleccionar con mejor criterios las oportunidades laborales y no dejarás tu futuro librado al azar ni a la improvisación.
Para ello te proponemos que realices la siguiente tarea que te ayudara a encontrar un buen trabajo con EXITOS y no con Suerte.-
Razonar sobre lo que uno quiere, ahorra tiempo, energía y frustración. Si querés encontrar un buen empleo, tenés que esforzarte y tomar distancia. Es aconsejable antes de iniciar la búsqueda, tomarse un tiempo para meditar y establecer metas. Debes tener en cuenta que tipo de trabajo buscás, ya que tiene que corresponder con tus necesidades, intereses y capacidades. Una pregunta que puede ayudar a definir el trabajo que se busca es: ¿Qué espero de un trabajo? Tener un buen ingreso, aspirar a un buen clima laboral, posibilidad de aprender cosas nuevas, estabilidad económica, posibilidad de viajar, oportunidad de crecimiento y desarrollo, etc. También debe tener en cuenta la realidad laboral actual y local porque debe existir cierto equilibrio entre el trabajo ideal y las ofertas del mercado. Proba hacer tu propia lista.
Otro paso muy importante es definir su perfil laboral. Identificar y evaluar cuales son nuestras principales fortalezas y debilidades, virtudes y defectos. Las fortalezas son las características y aspectos de la personalidad que se destacan por sobre la media de las otras personas. Las debilidades son aquellas características de nuestra personalidad, conocimientos, sentimientos y actitudes que funcionan como un obstáculo cuando queremos desarrollar alguna actividad. Hoy en día, las empresas buscan cada vez más perfiles mixtos. Por ejemplo, para ser un buen vendedor es necesaria una actitud proactiva y habilidad para las relaciones humanas. Sin embargo, si a estas competencias primordiales les sumamos una buena capacidad para organizar y planificar, orientación al detalle, perseverancia y metodología de trabajo, estamos agregando valor al puesto, lo cual se reflejará en los resultados obtenidos. Realizando una lista de sus fortalezas y debilidades, podrás definir cuáles son las tareas más adecuadas a las características de nuestra personalidad, y a su vez identificar mejor a qué tipo de organizaciones y rubros de empresas podés dirigirte. Una vez que definas lo que buscas, te sentirás mejor orientado. Tener un “norte” facilitará la búsqueda y la toma de decisiones, podrás seleccionar con mejor criterios las oportunidades laborales y no dejarás tu futuro librado al azar ni a la improvisación.
Para ello te proponemos que realices la siguiente tarea que te ayudara a encontrar un buen trabajo con EXITOS y no con Suerte.-
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